Clonación humana al fin
( Creces, 2014 )

Después de 17 años de la clonación de la oveja Dolly, y tras de muchos intentos y fraudes, se logra una clonación humana. Ello sin necesidad de utilizar células de embrión.

La clonación artificial de animales fue uno de los más grandes avances de la biología durante el siglo recién pasado. El primer mamífero clonado fue una oveja llamada Dolly, cuyo anuncio se dio a conocer en el año 1997 (La clonación de un mamífero). Desde entonces, siguiendo igual técnica, se ha conseguido clonar las más diversas especies animales. Científicos entusiasmados con ello, por más de una década, habían tratado clonar un embrión humano con el objetivo de lograr una fuente de células troncales, con las que se pudiera posteriormente desarrollar tejidos que tuviese una compatibilidad perfecta con la célula que se había clonado. Ello se veía como de gran utilidad en la medicina para reemplazar tejidos envejecidos o dañados.

Los fracasos habían sido muchos. Incluso lan Wilmut, investigador jefe del equipo que había clonado a la oveja Dolly, creía que ello iba a ser muy poco probable. Afirmaba: "para clonar a Dolly, mi equipo del instituto Roslin, comenzó ensayando 277 óvulos programados. De ellos sólo 29 alcanzaron la etapa en la que pudieron ser implantados en 13 madres sustituías. A su vez, de todas ellas, sólo una llegó a preñarse, dando finalmente nacimiento a Dolly". Pero la porfía tuvo su éxito y después de 17 años, un grupo de investigadores liderados por Shoukhrat Mitalipov, de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregon, anunció que habían podido clonar embriones humanos y que habían usado sus células como fuente de células madres.

La técnica de clonación, llamada transferencia nuclear de células somáticas (SCNT, de la sigla en inglés), fue la misma que se usó para clonar la oveja Dolly. Los científicos extrajeron el núcleo de un óvulo y el material celular restante lo fusionaron con una célula del individuo a clonar. En seguida dieron a la célula fusionada una señal para que comenzara a dividirse hasta llegar a desarrollar un embrión. Años de ensayos (y también varios fraudes) (Dudas sobre la clonación humana) sólo conseguía producir embriones de muy mala calidad, incapaces de producir células troncales, como era el objetivo.

Como primer paso, se clonaron embriones de mono. En el año 2007, en Oregón National Primate Research Center, en Beaverton, lo consiguieron y con ellos obtuvieron células troncales (Se ha logrado clonar con éxito un primate). Durante el proceso, que no fue fácil, los investigadores descubrieron una serie de trucos que hicieron el SCNT más efectivo, los mismos que luego fueron útiles para lograr clonar células humanas. Fue así como se consiguió, en uno de cada diez ensayos, células troncales pluripotenciales humanas. Un ingrediente básico parece haber sido la cafeína, que ayuda a estabilizar moléculas claves en los delicados óvulos humanos.

Lo interesante es que en esta ocasión, fue que los investigadores no necesitaron utilizar células embrionarias humanas para transferirlas a óvulos enucleados, sino que se utilizaron células adultas de la piel de humanos que fueron reprogramadas a células indiferenciadas. De este modo no necesitaron extraer células de embriones, ahorrándose problemas éticos controversiales y bajando al mismo tiempo los altos costos del proceso. Para ello aprovecharon un trabajo anterior de otro científico, Shinya Yamanaka, biólogo de la Universidad de Kioto, que describió en el 2007, un método para convertir células de piel adultas, en células pluripotenciales (iPS) (Se transforman células de la piel en células troncales totipotenciales). Estas fueron las que se introdujeron en el óvulo enucleado.

Sin embargo algunos experimentos recientes en ratas han sugerido que las células de origen embrionario son de mejor calidad que las células iPS. Ahora los investigadores podrán, lado a lado, comparar la calidad de los dos tipos de células troncales humanas, proveniente de embrión humano, versus las de células maduras de piel, reprogramadas. Con estos resultados vuelve a nacer la preocupación de que a alguien se le ocurra clonar células humanas para llegar a desarrollar seres humanos. Teóricamente posible, pero poco probable, ya que por lo menos en monos, después de cientos de ensayos, no se ha conseguido un embarazo al implantarse estas en madres substituías. Si en monos no ha sido posible, menos parece serlo en humanos.



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